¡ Tristeza, te ordeno, que la dejes ser feliz !
Se crió huérfana, de padre, de madre y sin amor. Le faltó, el hermano que la cuide, o la tía, que le dé calor, la amiga, que la apoye en el dolor. Nunca supo de una familia y de muy joven, por la calle la vi rodar. Y así se hizo mujer y así, hoy se enamoró.
¡ Tristeza, olvídate de ella, te pido por favor !
Dibújale en su cara una sonrisa, una sonrisa que nunca conoció. No te cruces en su camino, ella se merece lo mejor. A la vida,mano a mano, le peleo y hoy que está en la juventud, déjala, que tenga su primer amor.
¡ Tristeza, tienes tanta gente para hacer llorar, déjala en paz, es un ruego personal !
Que se haga amiga de la risa, de la alegría, del hombre que la entienda y la ame de verdad. Su vida fue muy difícil, démosle la oportunidad, de un cambio radical, en su vivir, que se demore, mirando un jardín, que se deleite con el aroma, de los pimpollos, que después, sean rosas, que pueden adornar su vestido nupcial.
¡ Tristeza, como una excepción, córrela de tu camino, que ya bastante lloró !
No dejemos que la amargura de niña, la alcance ahora, que ya es mujer. Está enamorada y con él se casará, junto con el marido vendrán los hijos y el hogar, que no conoció. Estoy seguro, que sin conocernos, nos agradecerá de corazón.
¡ Tristeza, toma otro camino y déjame encargarme de esta situación, te prometo, en mi tendrás un agradecido. ¡ Un agradecido de corazón !
Cupido.-
Mario Beer-Sheva
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