Temo la noche, que es dueña del silencio y le da descanso, al músculo cansado, le permite recuperar las fuerzas, para un nuevo día.
En tanto, le mente, que no descansa, continua recordando, su vida pasada.
Temo los recuerdos, que lastiman sin piedad, a mi alma,
atormentada del ayer y que no olvida y como la sal en la herida, la mantiene fresca para recordar.
Temo la noche y el silencio, porque mi mente, como una película muda, pasa las escenas, que no quiero revivir.
¿ Como hacer para olvidar ? ¿ Que debo buscar ? ¡ Yo quiero vivir y disfrutar !
Buscar un hoyo profundo, enterrar la memoria, echar mucha tierra arriba y esperar, la muerte de la memoria, confiando que esto no resulte fatal.
En la noche busco el ruido, para que mate el silencio, pero al llegar la madrugada y
volver a mi hogar, espero confiado dormir y olvidar.
El sueño se acerca, la noche y el silencio lo echan de mi lado y vuelvo con el miedo,
que me acompaña en el desvelo, que me impide el descanso y el vivir.
Mañana, probaré, enterrar la memoria.
¡ Y si es necesario, con ella me iré !
Mario Beer-Sheva
Precioso, siempre que te leo mi querido Mario, me transmiten realmente lo que has sentido al escribir este texto, me trasportas al pensamiento más profundo, ese que te ahoga el alma y no deja que venga el sueño. Pero no te vayas, porque sino te das por vencido. Un fuerte abrazo!! Feliz día!
ResponderEliminarEscribo muchas cosas que salen de mi mente y
ResponderEliminarotras de mi propia historia.No todo es fantasía
no todo es real.Pero no me iré por mi propia mano,tu no me lo perdonarás.Gracias, querida Rosana, por tus dulces palabras que alimenta mi
paladar.