La lluvia me trae recuerdos.
Veo los pequeños ríos que se deslizan, por el vidrio de mi ventana, que entorpecen mi mirada, o quizás serán las lágrimas, que guardo en mi memoria y hoy ruedan por mis mejillas.
La lluvia me trae preguntas.
¿ Que fue de tu vida, te casaste con un hombre que te merecía, tuviste hijos, fuiste feliz ?
Me gustaría, tener la respuesta a cualquier de estas preguntas. Mi conciencia estaría más tranquila al saber de ti.
La lluvia juega con mi mente.
Como te quería, amada mía, como te amé y un día, por algo que no recuerdo, nos dejamos de ver. La tierra fue tapando nuestras memorias y en el fondo, enterrado, quedaron nuestras promesas, nuestras pasiones, nuestro querer.
La lluvia penetra, en mi corazón, inunda mi alma, de pena y dolor.
He perdido el derecho, después de tantos años, de buscarte y pedirte perdón.
Nunca me olvidé de ti, vivias en un rincón de mi corazón, acaso olvidado, pero nunca borrado. Hoy, con el paso de los años y más serca del final, me lamento de mi soledad y tu resurges, del rincón que en mi alma, siempre has vivido, como si nunca nos hubiéramos saparado.
Le pregunto a la lluvia y ella no me responde.
Mis ojos lloran.
¡ La lluvia no tiene nada que ver !
¿ Son mis ojos que sufren de amor ?
Mario Beer-Sheva
Mi querido Mario...llueve sobre mojado y algunas respuestas se pierden en el barro. Yo te envidio mucho más. Eres un artísta de las letras. Un fuerte y caluroso abrazo.
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