Mi mente atormentada, que no sabe de descanso, de paz, de consuelo, arrastra la maldición, de haberme enamorado de ti. Tu eres una mujer, que no eres mujer, que has venido del infierno a traer la desdicha y la maldición a mi vida.
Y hoy, ya instalada y dueña de mi alma, que de ti está enamorada, te ruego que abandones, mi vida, para volver a los infiernos, que es donde perteneces, donde has habitado por siglos en el averno, y ahí debes volver. ¡ Ese es tu lugar !
Tu cuerpo me ha encandilado, tus ojos me han mareado, tus besos, me han hecho perder la razón; y al encontrarme sin familia, sin amigos y mi mente ocupada, de tu rostro, que embruja. En ese momento he recuperado la razón y he vuelto a ver el daño, que has hecho a mi vida, por abrirte la puerta de mi corazón.
Mi mente se está calmando, ya pienso con algo de razón, sólo me falta recuperar la familia y los amigos, que con el tiempo, sin duda, verán como volveré a ser lo que fui, a recuperar la estima perdida, aunque esto me cueste perderte... ¡ Amor !
¡ Retírate, vuelve a tu lugar ! ¡ Te lo digo en mi idioma !
¡ Vade retro ! Y para que no haya duda: ¡ En el tuyo, también !
Mario Beer-Sheva
Cuando ya se han cumplido, 80 años, o estamos cercanos, todo
contenporaneo es un amigo.
Igor Stravinsky.-
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