Quiero que lo sepas y que no sea, para ti, una sorpresa. En algún momento, en algún lugar, nuestros caminos volverán a cruzarse, como se cruzarón, en nuestra juventud. Y en ese momento, te
tomaré de las manos, sin un beso, sin un abrazo y
miraré, profundamente, en tus ojos color café; en los
ojos, que una vez, entregué mi corazón, sin miedo a la vida, sin miedo al futuro, sin miedo, pero con mucho amor. Con el mismo amor que un día, puse mi corazón a tus píes.
Y tomados de la mano, como chicos enamorados, caminaremos juntos, con la alegría de habernos encontrado, después de tantos años esperando
este momento, que será el momento de atizar las cenizas y las brazas vuelvan a revivir.
Los años no han pasado en vano, pero te tuve a mi lado todos los días y hoy, recuerdo, el color de tus ojos, la piel de tus manos, el perfume de tu cuerpo, que me embriagaba de amor.
Y apesar del tiempo pasado, has vivido a mi lado, mientras yo esperaba que el destino nos vuelva a juntar.
Amor eterno, amor perpetuo, amor inmortal; sólo una pregunta debo hacerte:
¿ Tu crees en los milagros ? ¡ Pues comienza a creer !
Mario Beer-Sheva
La vida no es justa, pero aún así es buena.
Anónimo.-
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