Cuando yo me valla, será el momento de irme, ni antes, ni después. Puede ser de mañana, de tarde, de noche o al amanecer. Y al irme nada dejaré, sólo tu quedarás.
Si tienes alguna foto, olvidada en un cajón, rómpela
ya no tiene valor o alguna carta que te he escrito, en alguna noche de insomnio, entre copa y copa, tírala, no tienes que guardar, o quizás algún poema, que tu bohemia me inspiró, no lo tengas en cuenta, no guardes papeles sin valor.
No me busques, no estaré; y sin pérdida de tiempo sal a la calle, busca amigas, para conversar y amigos, a quien amar.
Eres joven y bonita, mirarte es como un sol, que deslumbra y trae calor, a la vida, al amor. En cambio, yo soy viejo, las arrugas me delatan y debo
estar preparado para cuando me toque partir; y es en ese momento que
quiero que me olvides y hagas como la vida: ¡ seguir su curso y vivir ! No
me busques entre mis cosas, porque no habrá cosas para ver, no habrá recuerdos que avive tu mente y si lo habría, como cenizas calientes, tápalo con arena y la humedad y el frío hará enfriar los recuerdos, que insisten en quedarse.
¡ No dejes recuerdos, son malos para el corazón !
Mario Beer-Sheva
No tomes la vida tan en serio...Total al final no saldrás vivo de
ella.Anónimo.-
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