No temas, yo estaré a tu lado, sostendré tus manos, vigilaré tus sueños, te daré fortaleza, aliento y coraje; tu asómate a la vida, conócela, verás que es maravillosa.
Es ligera, tendrás que caminar al ritmo de sus pasos, ella no espera, pero de ella aprenderás, si prestas atención y tienes paciencia.
No desconfies, suele dar revancha, aprovecha ese instante y preséntate de cuerpo entero;que se note tu presencia, no escondas los sentimientos,
ellos son testigos de nuestro interior. Hazle frente, que no huela el temor;
a los timoratos suele castigarlos hasta que se hacen hombres o mujeres, para la vida es igual.
Te presentará varios caminos, que tu deberás elegir, busca el más largo y dificil y verás, que ese, es el real. Evita los senderos, sin baches y sin espinas, esos no son buenos, son trampas, para aquellos que quieren llegar rápido y sin esfuerzo y al final encuentran lágrimas y dolor.
Mientras recorras el camino, que te llevará a la vejez, hazlo con la frente alta, la mirada despejada, con la bondad pintada en tus labios, tus oídos atentos, para escuchar otros corazones y tu pecho abierto, para recibir amor, que necesitarás para dar y recibir los placeres, que la vida, como un manjar supremo, te ofrecerá.
El cordón ya está cortado, eres libre;te dejo en manos expertas y te deseo que tengas una vida, para vivirla y enseñar a vivir.
Tu Madre.-
Mario Beer-Sheva
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