Lo tuyo no es amor, joven niña, no cometas el error de confundir, el gesto o la palabra, por la sublime esperanza, de amar y ser amado. Te has enamorado de mi palabra y mi letra, los dos han llegado a tu corazón;
no olvides, soy poeta y domino el arte de escribir, sobre
el amor, donde no hay amor; sólo el sentimiento de la amistad.
Sólo el sentimiento de admirar la belleza, la generosidad y prender la chispa, que abrirá tu virgen alma, para recibir
el amor de tu vida.
Joven niña, para mi sería muy fácil enamorarme de ti; pero cuando tu descubras nuestra diferencia de edad, verás que difícil será compartir nuestra vida, con este viejo poeta, sabedor de sentimientos, con una tierna criatura, que está descubriendo la vida, la entrega, el sacrificio y muchas veces: el olvido o la mentira.
Niña enamorada, corres peligro, aún no has aprendido lo que debes aprender; fíjate que no hay horizonte, entre la verdad y la mentira, entre el amor y la pasión, entre la risa y el llanto.
La vida es como es, será tu responsabilidad transformarla en hermosa,
no tener quejas, sobre ella y gozarla en plenitud; no dejes que ningún hombre te haga llorar, guarda tus lágrimas para las horas y días felices, que tendrás y si algún hombre, pretende que llores por él, ese hombre no
es para ti; huye de él, cuanto más lejos, menos peligros tendrás.
¿ Me estás viendo llorar ? ¡ No, no lloro por ti, no, no lloro por mi !
Lloro por la diferencia de años, que tenemos, entre tu y yo.
Mario Beer-Sheva
como siempre magno poeta nos regalas dulce nectar anegando nuestra alma con ella, un besin muy muy grande de esta asturiana admiradora que te da infinitas gracias por concedernos el honor de ser testigos de tu bella alma de poeta.
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