Hoy es día de gran apuro, apuro de respirar el aire, a la nueva estación.La
primavera ha llegado, con sus nuevas flores, agradables aromas, nuevas ramas,
donde los pájaros juegan al amor, donde los jardines se visten de fiesta y los amores renuevan su cariño, donde los besos frescos, con promesas, con pasión y grandes proyectos, a cumplir entre dos.
Hoy nadie debe faltar; los abuelos con sus nietos, de la mano van tomados, los amantes del brazo, se muestran a la luz, la juventud, que ríe y canta, olvida los sinsabores en este día feliz y juran, que toda su vida será como hoy.
Las flores muestran sus pimpollos, los gorriones, sus pichones, los enamorados, abren sus corazones. En el horizonte no hay nubes, es todo vida, es todo sol, es recibir, con tanta alegría a la reina de las estaciones, a la reina de los sentimientos, que durante el año nos acompaña con temor de dejarse ver y que hoy se presenta, de gala y de muy señor.
La savia, durante meses congelada, hoy comienza a marchar; por árboles y plantas, llevan el alimento a flores y a hojas; es el río de la vida que nace hoy. Y algunos, dicen, que la savia contagia la sangre, que produce fuego en los ojos y de ahí que los enamorados, al mirarse, ven sus ojos brillosos, que resplandecen por el fuego sagrado, que la primavera, les contagió.
¡ Primavera, quédate unos meses más, tu nos inyectas, las ganas de vivir y nunca cludicar !
Mario Beer-Sheva
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