¡ Gris ! Ni blanco, ni negro, sencillamente gris.
Como la tarde de lluvia, como un amanecer sin sol, como la nieve sucia, como el mar encrespado, como la tierra seca, como el bosque en otroño, como el faro sin luz, como la noche sin luna.
Gris, como fue mi pasado, como es mi presente, como será mi futuro; si llego
a conocer.
El gris es un color que duele, que lastima el alma, que crea la tristeza y alimenta las lágrimas, que corren por mis pálidas mejillas. Gris es mi sangre y por cada latido de mi corazón; la sangre gris camina por mi cuerpo, mi mente se enturbia y mis ojos se nublan hasta ver todo gris.
Gris es una madre, que entierra a su hijo, es un padre, que despide a su
hijo-soldado, con las dudas de volverlo a ver.
Gris es un campo incendiado, que necesitará, mucho tiempo, que vuelva el verdor. Gris es una inundación y ver a la gente procurar salvar sus cosas,
mientras maldicen, sin pedir perdón. Gris es el pelo, que con la edad va naciendo, mostrando las canas que oculta la edad.
Un nuevo amanecer, con sol brillante, sin gris y tendremos un día feliz.
Pero estemos atentos. ¡ El gris, hasta de las cenizas, vuelve a revivir !
Mario Beer-Sheva
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