sábado, 12 de febrero de 2011

Tu Madre, La Tierra


Y un día escucharás la voz de la tierra, no pienses que has enloquecido, la tierra suele hablarle a sus
hijos, cuando sus hijos piensan, con justa razón, que
el amor de la tierra es como el amor de la madre.
Amamos la tierra como lo hacemos con la madre; porque de ella venimos y a ellas nos consagramos.
La tierra es un amante exigente, abre sus brazos y nos recibe, con amor y cariño, nos protege, nos ofrece su alimento, su educación y la oportunidad de vivir, en ella, hasta el fin de nuestros días.
Nos permite que hagamos nuestro techo, nuestro hogar, nuestros hijos, nuestra vida.
Es una amante exigente; cuando nota que su existencia corre peligro, es
cuando escuchamos su voz, firme y clara, exigiéndonos, nuestro pecho,
defendiéndola, del malvado invasor.
En ese momento es cuando escuchamos su voz, cuando nos exige nuestro
sacrificio, nuestra vida, en defenderla con ardor. No pensemos en rehusar
esa lucha, para no caer en la cobardía, del que huye y comete la traición,
a su patria, a su madre, a su honor.
A ustedes, llamados desertores, espero que mi mensaje les llegue, para que
la vida sea vuestra verguenza, escarnio, befa, grosería.
¡ Ya no son desertores, son traidores a vuestra propia madre !
¿Acaso no han notado que vuestras manos,están manchadas con sangre...?
Mario Beer-Sheva

1 comentario:

  1. esta asturiana te aplaude con fervor, gracias poeta por esa bellisima oda a nuestra madre, un besin

    ResponderEliminar