sábado, 3 de julio de 2010

La Muerte de un Rencor


¡ Amigos !
Les he pedido que vengan a este bar, para invitarlos a la última copa, que con ustedes tomaré. Durante años nos hemos reunidos, contando verdades y algunas mentiras, gastando las horas, antes de ir a dormir. Contando los sueños y los amores, ganados y perdidos, en nuestro haber.
¡ Amigos !
Hoy quiero despedirme de ustedes y contarles una pequeña historia, que será de un minuto o quizás de dos, no les haré perder más tiempo.
Hasta ayer tuve un amor, que le entregué mi confianza y todo el cariño, que pude juntar.
Por ella estaba dispuesto, a dar mi vida, a dar mi sangre, a dar mi honor. Que es todo el capital que poseo.
De mi garganta, cada palabra era de amor y hoy, de mi garganta sale el rugido, poderosa y traicionero del rencor. Puedo vivir sin ella, no puedo vivir con tanto rencor, saldré a la calle a buscarla, a la maldita, hasta ver sangrar su corazón.
¡ Amigos !
Ustedes vivirán siempre en mi corazón, porque ustedes son mi familia y con ustedes he festejado lo que fue mi amor. ¿ Como olvidarlos ? ¡ Si los llevo dentro mío !
Es posible, que durante un tiempo, no sabrán de mi. Estaré cumpliendo con la ley, de los hombres, pero no se preocupen, aprovecharé el tiempo para acallar el dolor.
¡ Amigos !
Un pedido final; si alguién, por mi pregunta, pueden decirle:
¡ Está matando un rencor !

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