Querida mía, después de esta noche, por algunas semanas o meses
no nos podremos ver. Mi trabajo me obliga a ausentarme de la ciudad.
No es necesario, que nos juremos amor, tu sabes cuanto te quiero, que es tanto, como tu me quieres a mí.
Te prometo escribirte periódicamente, dentro de las posibilidad que tenga del tiempo disponible.
Hoy, amémonos, con la mayor intensidad, hasta el próximo reencuentro, que serás mi mujer, ante Dios y los hombres. Me llevo de ti tu aroma a mujer, enamorada, que sabrás comprender, que para mí es un sacrificio estar lejos de ti.
Sólo prométeme, que si tus sentimientos cambian, quiero saberlo de inmediato y además no olvides escribirme, ya que tus cartas serán un bálsamo, para mi corazón que sufrirá por la ausencia, de ti, mi amor.
Abrázame, fuertemente y hagamos el amor como la primer noche, ya que hoy, también, es la
primer noche de nuestra separación.
¡ Ven a mis brazos, que te esperan, con urgencia y gran amor !
Mi romántico amante: Aún mis oidos escuchan y mi corazón recuerda, tus palabras de despedida
Por mis brazos pasarán otros hombres, no puedo vivir sin ellos, pero tu, con tu pensamiento, con
tu acción, con tus palabras y con tu promesa de un rápido regreso, vivirá eternamente en mi,
como el hombre que más me amó.
¡ Tu Querida !
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