Te lo diré sencillo y con claridad, lo escucharás de mi boca, que hoy habla en lugar de besar.
Presta atención; tu eres mi amante, sólo mi
amante y nada más.
Seremos amantes por un tiempo, años, meses o algunas horas, pero amantes, nada más.
No pienses en otra cosa, porque otra cosa jamás.
De mi no esperes promesas, que no cumpliré,
no esperes suspiros, que no los oirás, no esperes regalos, que de mi no habrá y cuando en la calle nos crucemos con un amigo, le diré: Te presento a mi amante, mi amante nada más.
Muchas mujeres pasaron por mi vida, ninguna de ellas quedó. La que quise que se quede, otro hombre se la llevó.
Cerré con candado mi corazón y ninguna más pudo entrar, ya que todas fueron amantes, amantes nada más.
Mi corazón encerrado llora por un amor, pero está entre rejas; está seguro, sin peligro, sin dolor. Sus lágrimas se estan secando.
¡ Ya olvidará el dolor !
Cuando consigo un nuevo querer, como eres tu, lo digo muy claro; tu eres mi amante y nada más.
Si tuvieras la llave para abrir la reja, que yo cerré, serías afortunada, por
rescatar a un corazón herido.
¡ Que quiere sanar y volver a amar !
Mario Beer-Sheva
como siempre bellisimo tu poema, un besin de esta asturiana.
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