lunes, 2 de enero de 2012

Envejecer Con Alegría



Déjanos envejecer juntos, es todo, lo que te pedimos; poder recordar nuestras largas caminatas, tomados de la mano, caminando a ningún lado; sin un peso en el bolsillo

y con mucho amor en nuestros corazones.

Nuestra fortuna eran nuestras ilusiones, sonrisas y muchos deseos reprimidos; ella quería casarce de blanco y como regalo me ofreció su pureza.

Déjanos que juntos recorramos nuestros últimos años; que como entonces caminábamos sin prestar atención, al camino, distridos por

nuestro amor; ni el trinar de los pájaros, ni fuerza alguna, podía alejar nuestra pasión.

En un jardín, donde nos embelezamos de las flores y nos hipnotizaron

los aromas, de las rosas, de los claveles y los azahares, juré que te haría feliz.

Déjanos disfrutar de nuestros sueños, que se hicieron realidad, del hogar que formamos y los momentos de pasión que vivimos los dos. Nuestros

cuerpos con años mantienen frescas nuestras mentes y aún mirándonos a los ojos, nos palpita el corazón.

Déjanos estrechar nuestras fuerzas, como una enredadera, que ha dejado de trepar pero mantiene su fuerza, que es la fuerza del querer. El calor de su mano abre la compuerta de los recuerdos y el calor de mi mano aletea

en su corazón.

Déjanos pedirte, como un día nos diste amor y salud, hoy te pedimos fundirnos en un solo crisol y cuando llegue la hora un solo cuerpo viajará.

En un solo cuerpo nos verás a los dos.

¡ Por todo esto, te damos las gracias, Señor !

Mario Beer-Sheva


"Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver. Cuando quiero llorar no

lloro y a veces lloro sin querer." Rubén Darío.-

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