La angustia envolvió a mi pecho, de mis ojos partiron lágrimas de dolor y lloré como un niño o como un hombre enamorado, de una mujer que lo abandonó...
No quedé sólo, el dolor me acompañó; el dolor es una mala compañía y dificil de alejarce de él. Se introduce en nosotros y se hace dueño del alma y esclaviza el corazón,
toma el control de nuestros actos y ahuyenta la fuerza, la
dicha y la voluntar de vivir y buscar un nuevo amor...
Cuida que nuestros días no sean alegres y nuestras noches las tiñe de dolor,
el dolor echa sal en nuestras heridas, que no pueden cicatrizar y esa es la razón que es tan dificil olvidar...
Habita en nuestro interior, parece dormido, pero no es así, está agazapado en la casa de la angustia, del miedo, con sus garras despiadadas para envolvernos en dolor, en odio, en rencor...
He pedido un mundo sin dolor, sin angustia, sin rencor ni castigo; y me lo han concedido, como prueba del mundo a existir, sólo como una prueba y
después de un tiempo, debí reconocer, que fue un fracaso total...
Al no existir el dolor al cuerpo le falta el tábano, con el cual nos obliga a luchar. Justamente nuestro aliciente es conquistar lo que falta para conseguir un mundo mejor que el que hemos heredado...
¡ Vuelve angustia; tu eres la espuela que nuestros cuerpos necesitan para poner el mundo en movimiento !
¿ Acaso conóces a un descubridor sin angustia y temor ?
Mario Beer-Sheva
" Besa despacio, perdona rápidamente " Anónimo.-
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