Nos volveremos a encontrar y nos reconoceremos,
además. Tu mirarás mis ojos y sabrás quien soy, yo
veré tus labios y el resto lo hará mi imaginación.
Fuimos amantes cuando éramos muy jóvenes; hoy no somos amantes ni jóvenes.
Los años han pasado pero nuestros corazones, intactos por otros amores, sabrán reconocerse, porque nuestra sangre está mezclada en la hoguera del amor. Y nuestras almas, a fuego lento, se soldaron en la pasión.
Nacimos el uno para el otro y juntos debutamos en el amor desbordado;
nuestra falta de experiencia no fue impedimento, que de jóvenes nos enamoramos como veteranos en el hacer del amor, entre hombre y mujer.
Juntos aprendimos a amar, juntos al solo roce de nuestros cuerpos se encendió la llama, que plácidamente, nos devoró.
Y aprendimos que debíamos vivir juntos; nuestras familias, al vernos tan jóvenes decidieron por nosotros y sin preveer las consecuencias nos alejaron, uno del otro.
Y muchos años pasaron y hoy nos encontramos, tu con tus años y yo con
mis achaques, pero nuestras almas, unidas en la pasión del recuerdo, lloraron la pena del primer amor, que siempre es el más puro e inocente,
durmiendo en nuestro interior.
Y ante la duda, pregúntale a nuestras almas; ellas lo saben bien.
¡ Tu me hiciste hombre y yo te hice mujer !
Mario Beer-Sheva
" Cuando leo que se asesinó a un hombre, quisiera ser analfabeto "
José Narosky.-
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