Que la nieve cubra los jardines, las flores y los árboles; pero no dejemos que cubra la historia que nació en una noche de frío, noche serena, con grandes estrellas, que fueron testigo de nuestro repentino amor...
Y esa noche, con el lago como marco, se vieron las olas, como nunca se ven, era el palpitar del corazón del agua que cabriolaba y producía olas, dignas de un mar; todo un fenómeno, en el lago del sur...
La noche muy fría, el viento en calma,la luna, como faro, alumbraba nuestro amor; amor recién nacido y que mañana, al partir el tren, morirá dejando su osamenta, junto al hombre que la verá partir...
La hora ha llegado, la luna no está, el hombre parado en el anden, la toma en sus brazos y le hace promesas, mientras besa sus labios, sus ojos, su pelo y le jura que se ha enamorado, que sin ella no quiere vivir...
Ella no responde, está agitada y asustada, por ese amor que ha encontrado, tan lejos de su casa, y el dolor que siente ya que debe partir, lo
ve muy enamorado y eso le da el coraje para confiar en él...
El verano ha regresado, la nieve partió, los jardines, flores y árboles vuelven a tener el verdor; la rosa mosqueta adorna las calles, el sol calienta la tierra, el lago cambió su color; los turistas, contentos y alegres, vuelven a tomar el control...
En unos meses el invierno volverá con una historia para recordar...
¿ Ella volverá ?
¡ El espera, como siempre esperó, la nieve a la cita no faltará !
Mario Beer-Sheva
" No dejes que los confines de tu mente y tu corazón te cieguen; porque las
cosas más bellas y sencillas en el universo, del ser, ocurren sin alguna explicación " Anónimo.-
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