Cuando me veas por la calle, no me hables, por favor, yo esconderé mi rostro para no saludarte y hacerme ilusiones que no me has visto, como estoy.
La droga, que adormece, el alcohol que calma mi temblor y el tabaco, que serena mis nervios, así estoy viviendo, desde que te fuiste, dejándome abandonado, mi amor.
Si no fuera cobarde, con mi vida terminaría, si no fuera cobarde, tu no me hubieras abandonado. Yo hubiera dejado mi familia y hubiera corrido tras de ti, hoy tu no estás y yo estoy solo, sólo con mis recuerdos, que de nada sirven.
¡ Fui un cobarde, le tuve miedo a la vida y te dejé ir !
Sin saber, que vivir sin ti, era imposible. Y quedé solo, sin tu amor, sin el
hogar, sin mis amigos, que cuando los veo, dan vuelta la cara para no verme llorar.
Si me ves por la calle, no tengas piedad de mi, mi desgracia, yo la he buscado y hoy no quiero que me veas, me daría mucha verguenza, ver tus lágrimas y que tengas lástima de mi.
Estoy condenado, por cobarde, a vivir como vivo y este será mi castigo, hasta el fin de mis días, mientras, viviré escondido de tus ojos que me acechan, que me juzgan por no haberme comprendido.
Si me ves por la calle, no me hables, no me mires, da vuelta la cara.
¡ Sólo esto te pido !
Mario Beer-Sheva
Triste poemas, pero valiente a la vez, por parte del sufrido hombre, que se resigna a vivir sin el amor de su vida. Un fuerte abrazo mi querido amigo, como siempre me quito el sombrero.
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