Es tan poco lo que pido de ti...
Quiero ser quien te acompañe, en tus caminatas a la luz de la luna, mientras, asombrado, miro tus ojos y veo dos nuevas estrellas. Quiero caminar contigo, al sol y contemplar, con placer, tu morena piel, mientras hombres, que pasan a nuestro lado y en sus ojos veo, con orgullo, como espían tus movimientos, tu piel.
Quiero ser el dueño de los brazos, que en noches de invierno, abrigue tu cuerpo, vigile tu sueño, robarte algún beso, alguna caricia y esperar confiado el nuevo amanecer, el nuevo día y volver a saberte mía.
Quiero ser, quien festeje tus alegrías y te acompañe en tus tristezas.
Quiero ser tu hombro, tu bastón, tu confidente, tu guardián, tu oasis, tu
reposo. Eso es lo que quiero ser.
Es tan poco lo que pido de ti...
Morena, tu sangre de fuego, quema mis ojos, quema mis manos y tu me rechazas, no quieres compromisos, solo aventuras, pasajeras y efímeras, que no quede en ti la obligación de ser fiel, a un solo amor, a un solo hombre, a un solo querer.
Los años pasarán y tu belleza con ellos se irán; cuando eso ocurra, vuelve a mi y me encontrarás.
Es tan poco lo que pido de ti...
¡ Seguramente, esto lo recordarás !
Mario Beer-Sheva
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