viernes, 17 de septiembre de 2010

Soledad Compartida


¡ Señora ! Si me permite, señora, le quitaré sólo unos minutos, para que usted escuche, de mis labios, esta interesante historia.
¡ Señora, permítame ! no le faltaré el respeto, seré breve y cuidaré mis intenciones, que son honestas. Vengo de buena crianza y buenos ejemplos, de la educación que recibí.
En sólo unos minutos, le diré lo que me acontece. Usted a mi no me conoce, pero le cuento, que usted me visita, todas las noches, en mis sueños y es en ese momento, que mi pulso se acelera, mis manos tiemblan y del sueño paso al insomnio y pierdo la noche y gana el
cansancio.
Hoy, que al fin estamos frente a frente, quiero proponerle que seamos amigos, sin otra intención
de conocernos, ir al cine o al teatro, tomar un café o mirar vidrieras, hablar de política o de la moda actual.
Se que usted vive sola, igual que yo. Dos soledades pueden hacer una buena amistad.
¿ Que le parece, es mucho lo que le estoy pidiendo ? ¿ Acaso tiene que pensarlo o en una sola palabra, me dirá que no ?
*Mi querido romántico, de la antigua escuela, la vida tiene sorpresas y esta, a no dudar, es una
de ellas. Tus sueños son mis sueños, de hace mucho tiempo, pero tu tuviste la valentía de detenerme, en la calle y contarme los mismos sentimientos, que tengo hacia ti.*
*No te quiero como amigo, sólo te quiero como amante y formar una familia y que seamos muy
felices, en la vida que juntos, viviremos los dos.*
¡ La conquista son de los valientes !
Mario Beer-Sheva

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