Has venido, eres tu, no puedes negarlo, tus ojos te delatan, nadie
mira como tu, con ese brillo, que vi alegre, que vi feliz y hoy veo lástima y dolor. ¡ Y tus labios, que tanto besé ! Y hoy los veo húmedos de deseo, huérfanos de amor.
Recuerdo la última vez que nos amamos y tu, me repetias, abrázame con fuerza, como si fuera la última vez. Y yo te contesté,
será la última vez hasta que el destino quiera juntarnos, como nos
juntó.
Tu, por un camino, distinto al mio y dejamos pasar los años, pensando que era un juego del destino, después vendría, los besos, los abrazos, los juegos del amor.
¡ Pero el destino no lo quiso y el tiempo pasó !
Todas las noches miraba las estrellas, las mismas que mirabas tu y me preguntaba: ¿ mañana
será el día, la amo más y más ? Y el mañana llegaba, pero tu no estabas y mis ojos, llenos de amor, reclamaban tu presencia, que necesitaba mi vivir.
Has venido, tarde, pero has venido y eso me llena, mi sufrido corazón. Estoy enfermo, muy
enfermo, pero contento, porque te tengo a mi lado, porque puedo tomarme de tus manos y
resistir, un poco más.
Continua con tu vida, eres una buena mujer, la dicha golpeará tu puerta, déjala entrar. No pierdas el tiempo, al tiempo no le gusta esperar y sal a la calle buscando el tiempo del amor.
Seguramente lo encontrarás y disfrutarán los dos. Si recuerdas, a la noche, mira las estrellas,
y haste iluciones que son las mismas que miro yo.
Deja de lamentar lo pasado, que no tiene solución y sal a la calle, me harás un gran favor.
¡ Déjame, es tan romántico, morir de amor !
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