lunes, 24 de mayo de 2010

Destino y Duda


No mires mis ojos, mis ojos están llorando por los dos, por el dolor que está ocupando, en nuestro corazón, el lugar del amor.
Lloro por el tiempo perdido, que no tiene recupero, que no podemos volver atras. Por las iluciones muertas, los proyectos, que nunca serán realidad, por los juramentos que deberemos desistir, por lo años, que se fueron con los años, dejándonos esperando quien sabe que.
Cuantas cosas hemos dejado, en las manos del destino y el destino, que fue nuestro enemigo, abrió sus manos y las dejó perder.
Y hoy que te veo, después de tanto tiempo, noto en ti la sonrisa, que tapa tu dolor, tu dolor de mujer despechada, que no pudo olvidar y que más de una noche, gritó en silencio por su amor ido.
Quiero que sepas, amada mía, que a la cita concurrí, pero tu ya estabas vestida para el altar que
otro hombre te llevó.
¿ Que fue lo que nos pasó ? ¿ Acaso llegué tarde ? ¿ Tu no pudiste espear ? ¡ Yo estaba en camino, confíe en el destino. ¡ Y cuando llegué tu salias del brazo, del hombre que fue tu marido, vestida de blanco, como una pura mujer.
No creiste en mi palabra, te faltó confianza, te faltó fe. Tuviste miedo de quedarte sola, la duda
bailó en tu mente con el destino y los dos nos fueron infiel. Y alguna amiga, que nunca falta, te puso el pie.
Enjuago mis lágrimas y sigo mi camino, de pena y de dolor, mientras voy repitiendo, como una letanía: ¡ Destino y duda, malos componentes para el amor !

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