Son tantas las cosas que no puedo reclamarte, son tantas que contigo perdí y después del tiempo transcurrido, me pregunto, como hacer para obligarte de todo lo que te llevaste de mi.
Quiero que me devuelvas los besos que mis labios, por tu cuerpo caminaron, conociendo placeres y rincones; que para mi no fueron secretos, mientras tu asombrada, gozabas, de la experiencia que ignorabas.
¡ Eras tan joven y yo tan viejo ! ¡ El amor, para mi, fue algo muy serio y para ti, un juguete más, una experiencia nueva !
Quiero reclamarte tus promesas, que abandonaste por ahí; mientras, yo las
encerraba en mi pecho con doble llave, para no perderlas y recordarlas una y otra vez.
Quiero que me devuelvas la ilusión, que en mis noches de insomnio habitaban llenando mi alma de felicidad y esperando el día para volverte a ver.
¡ Cuantas cosas me has robado, con la vieja artimaña del amor !
Después de los años pasados, hoy te he vuelto a ver; ya no eres la virgen niña, de corazón juguetón, la vida te ha enseñado que castiga sin rebenque
pero con razón y que las promesas se cumplen porque es muy peligroso
jugar con el amor.
Ya nada me debes, nada debo reclamarte; todo está pago.
¡ La vida te llenó de arrugas y así saldaste la cuestión !
Mario Beer-Sheva
" La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de la que
tenemos, sino de lo que somos "
Anónimo.-
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