Sólo, totalmente sólo, en esta gran ciudad con tanta gente y nadie sabe de mi.
La soledad es mi techo y espero que un día me vengan a buscar. Cuando las campanas, de la iglesia, se hacen sentir, su llamada a muerte, anuncia que un espíritu
acaba de huir, dejando abandonado su cuerpo, en el mundo que no quiso vivir.
He quedado sólo, sin un recuerdo, sin una alegría, sin un rencor; hasta el
odio maldito, se ha ido llevándose de mi mente la razón por la que pude odiar.
No tengo pasado, el pasado hace tiempo que pasó y ninguna estela, en mi mente dejó, el futuro es incierto y cuando las campanas, suenen por él, dejaré mi cuerpo en este mundo, malvado y cruel.
El día amanece, el sol entrega la luz para que algunos puedan disfrutar de una esperanza mejor y otros, en cambio, esperamos la noche que es oscura, como mi vida, silenciosa, como mi alma, desmemoriada, como mi ser.
No pensar, es alegría, no recordar, es placer y en la noche, cuando las lágrimas caen, nadie las puede ver.
Sólo, totalmente sólo, así quiero vivir y cuando las campanas llaman a duelo, tomo el espejo y me miro si en él estoy; no sea cosa que esté muerto y no me he enterado en la soledad de mi vivir.
Hoy las campanas no han llamado; no debo desesperar, puede ser que mañana, me llamen a mi...
Mario Beer-Sheva
" Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, es señal de que no tiene:
ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le
murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien "
Baltasar Gracián(1601-1658)
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