Y si en algún momento, de un futuro no muy lejano, recibes en tu mente recuerdos de algún amor, de tu pasado, no lo confundas con el presente.
En tu pasado me encontrarás, porque tu pasado me
pertenece; mi boca y mis manos, recordarás seguramente, mis besos y mis caricias, que no te eran indiferentes, el calor de mi cuerpo, junto al tuyo, abrirá, en tu mente, gozos y suspiros que nunca, en otro cuerpo, pudiste encontrar.
Largas noches de amor, con suspiros y quejidos, con juramentos y promesas, esperando el amanecer, para que nuestros cuerpos encuentren
el descanso, hasta despertarnos, con el sol, en lo alto que marcaba el medio día y el desayuno, de este par de enamorados.
¡ Que hermosos recuerdos, de nuestro pasado ! ¡ Que hermosos recuerdos que están en nuestra mente, esperando la magia, de traerlo al presente !
¿ Porqué vivir en el presente ? ¡ Que es tan triste, tan deprimente !
Soy el dueño, soy el amo, de tu pasado, no dejes que nadie, quite de mi mente, lo que hemos vivido, lo que hemos amado. No me dejes sin recuerdos. ¿ Como vivir sin ellos ?
Si son ellos, justamente, lo que hace latir a nuestros corazones y mantenernos con vida y soñar, algunas veces, que el pasado regresa, con mezcla de presente.
No me interesa el futuro, no hago caso del presente. ¡ Pero venero el pasado por haberme dado, la suerte de conocerte !
Mario Beer-Sheva
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