Que tengas una larga y feliz
vida; sin temor toma tu bote e intérnate
en el mar, con el viento a tu
espalda, las velas hinchadas, tus firmes
manos aferrada al timón,
sorteando algunos obstáculos que no te hará
perder el rumbo, hazle frente
al destino que tu mismo elegirás con gran
valor.
Tengo confianza en ti vienes
de una sangre valiente que sabe de caídas
y tropezones, de intentar una
y otra vez y nunca claudicar y al fin a lo
lejos veraz el horizonte como
un nuevo amanecer y sin pensarlo de tu
fortaleza interior, mostrando
la fuerza de tu carácter, conseguirás llegar
a tu objetivo venciendo las
dificultades que la vida suele tener.
Siempre tus manos atentas al
timón; no solamente en las tempestades
vigilarás el rumbo también en
la calma chicha tu atención no debe
dormir porque cualquier
distracción puede llevarte al desastre, nunca
querido y siempre esperado.
Puede ser que tu bote se
balancee más de lo acostumbrado; no temas en
la vida todos los días
rendimos examen y muchas veces lo que creíamos
como un hecho termina en
calamidad. El movimiento del bote puede ser
pequeñas olas o una tormenta
a naufragar.
Navega en tu vida lento pero
paso a paso con cuidado y hacia el rumbo pensado y entonces tendrás una larga y
feliz travesía.
¡Buen viaje marinero, el
mundo te espera ve a conquistarlo con gallardía!
Mario Beer-Sheva
“Es
la señal de una mente educada ser capaz de entretener un pensamiento
sin
aceptarlo.” Aristóteles.-
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