Buscar letras con ellas formar palabras que serán oraciones
y crear
una historia, ficticia o real. En la historia dar vida a
personajes con
situaciones distintas, según sus caracteres, algunas con
amor o con
odio otras con perdones o rencores y en este amasijo de
escritura,
como una magia, aparecerá ante mis ojos el personaje nuevo
de mi
creación.
La aventura de escribir, la aventura de inventar, la
aventura de dejar
a mis espaldas marcadas con mis huellas una historia para
leer y
disfrutar y también para recordarme cuando me haya ido. Es
como
ser un inventor de poemas y pensamientos, personajes y de
historias,
que nacen en mi mente y una vez nacidas las traslado a la
vida, a la
vida real.
Más allá que guste mi trabajo o sea rechazado, mi interés
está centrado
que el lector la lea la juzgue y si es posible la divulgue.
Cuando tengo
oportunidad de leer mis escritos veo los ojos de los
presentes y suelo
asombrarme de algunas reacciones porque creen que son sus
propias
historias.
La pluma implacable, la palabra que acierta, todo eso es:
¡La aventura de escribir!
Mario Beer-Sheva.-
“No busques trabajo: escribe.” José Saramago.-
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