Así como las olas, lentamente, cubren la playa y después se
internan,
nuevamente al mar, dejando a su paso sus huellas en la
húmeda arena.
Así mis recuerdos
vienen a mi dejándome en mi alma grandes o
pequeños momentos de
mi vida pasada.
Como olas que viene y van los recuerdos golpean en mi
memoria y
a veces traen una sonrisa y otras una lágrima para mi alma
de una
vida anterior, que
las olas no me dejan olvidar
Tal cual como las olas del mar me transportan a la
profundidad en busca
de los recuerdos y cuando deseo aferrarme a ellos una nueva
ola me arrastra
a la playa inundando mis pensamientos que me alejan de la
realidad.
Pero la humedad queda y con ella el gusto antiguo del pasado
del ayer y es
cuando comienzo a recordar y siento el galope de mi corazón
que me avisa
que estoy vivo y que no debo arrepentirme del ayer.
¿Arrepentido del ayer? ¡Nunca jamás!
No detengamos las olas que vienen y van; son recuerdos, sólo
recuerdos, y
ellos tiene como misión indicarnos los errores que no
debemos cometer y
los aciertos que debemos festejar.
¡Dejemos que las olas hagan su trabajo y así disfrutaremos
del mar!
Mario Beer-Sheva
“La nacionalidad agrupa hombres. La comprensión, los une”
José Narosky.-
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