Sirenas; que llaman y nos asustan, que su ruido nos
preocupa,
que interrumpen nuestro sueño, que ahuyentan nuestro
descanso,
que nos sumergen en el caos, que apagan nuestro futuro…
Sirenas; que alertan a nuestros soldados, que son nuestros
hijos,
que toman las armas para defender su patria, en la cual
vivimos y
amamos, que ponen sus pechos, pensando en la victoria sin
pensar
en la muerte…
Sirenas; que despierta la memoria de un pueblo oprimido que
sólo
desea la paz duradera. La paz donde los niños juegan y
aprenden y
los viejos miran y recuerdan, donde la juventud con sus
manos con
callos y sus mentes y cuerpos vigorosos van forjando el país
que han
soñado…
Sirenas; no necesitamos su ruido endemoniado, en cambio,
necesitamos
las campanas, como triunfos al viento, llamando a la unión,
a la concordia,
por un mundo mejor…
Sirenas; que sean silenciadas, que descansen en el fondo del
mar atadas a
un ancla y así estaremos seguros que no volverán a sonar.
Abandonen la
tierra piérdanse en el recuerdo…
Ustedes representan el llanto, nosotros preferimos la risa,
la música, y los
campos recién arados…
Mario Beer-Sheva
“Hay palabras que abren heridas. Pero hay otras que las
cierran”
José Narosky.-
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