Y algún día seré árbol y daré sombra al caminante, o creceré
al borde
de un arroyo y podré apreciar como un sediento calma su sed,
quizás
seré una planta con flores hermosas que alegre la vista y
haga palpitar
a un corazón enamorado…
Será el día que regrese a la tierra; como abono de un campo
de trigo o
un parque donde veré a los niños alegres que corren y
corren, o unos
amantes que buscan la soledad para dar rienda suelta a sus
besos y caricias.
Algún día llegará donde seré abono en la tierra que me han de
enterrar. De
la tierra vengo y a la tierra iré…
En ese momento estaré seguro que mi cuerpo cumplió con el
ciclo por el
cual ha sido creado y seré abono fértil para ser útil a sus
habitantes y dejar
en muerte lo que no pude dejar en vida…
No necesitaré una lápida para marcar mi paso por la tierra,
ni hijos, ni nietos
que me puedan recordar, nada de eso será necesario ya que mi
carne y mi
sangre será alimento que la tierra aprovechará…
El día a de llegar en que todos, buenos o malos, seremos
fértiles a la tierra
que nos vio nacer. La sabiduría de la tierra…
¿ Pueden ustedes imaginar ?
Mario Beer-Sheva
“Sentirme tuyo me hace más dueño de mí” José Narosky.-
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