Abrázame; que el calor de tu cuerpo penetre en mi piel y
despierte, en
mi, las ansias de amar. Que olvide las noches de vigilia,
esperando tus
pasos, que se niegan a entrar, y solo en mi cuarto, con el
frió en mi alma,
que rechaza el sueño y aleja el descanso esperándote y tu no
estás…
Abrázame; quiero sentirte mía, que tu voz melodiosa
pronuncie palabras
que sólo mis oídos escucharán. Que las fuerzas de tus brazos
sea como
la fuerza de un ciclón, que tu corazón marche al ritmo del
mío y me haga
amar…
Abrázame; para sentirte mía, para matar las dudas, las
sospechas, de una
posible traición. Respiraré el aroma de tu cuerpo, el
perfume de tu pelo,
me hundiré en el abismo de tus ojos y muy, en tu interior,
podré ver la
verdad de tu amor…
Abrázame; desaparecerán las lágrimas de mis ojos, en ellos
verás el brillo
de la lujuria y en mis labios morirán las palabras huecas y
nacerán aquellas
que te harán feliz…
Tu sólo abrázame…
¡ Del resto me encargo yo !
Mario Beer-Sheva
“Una nación de ovejas engrenda un gobierno de lobos” Edgard R.
Murrow.-
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