Del sueño profundo me despiertan sus voces; en algunas el
viento, en otras la calma. Todas ellas por igual repiten tu
nombre que me sabe a gloria y calman mis tristezas en el
haberte perdido en las vueltas de la vida. Como un carrusel
sin
control, sin destino, que gira en la locura…
Despierto confundido buscando el aire que me falta mientras
con atención escucho si no será tus pisadas que se arriman a
mi
lecho trayendo la calma, la felicidad, el amor y el olvido…
Pero todo es fantasía que vive en mi cerebro esperando el
milagro,
que como todo milagro, es un deseo reprimido que quitamos de
nuestro pecho queriéndolo compartir con la realidad que
siempre
es cruel y para ella no hay olvido…
Voces en la noche, ausencia de alegría, lágrimas que queman
mis
viejas mejillas y como en una película, sin sonido, veo como
te alejas
dejándome quemar mis años, mientras las promesas de tu
ingrata boca
que miente y miente con alevosía…
Que difícil es vivir temiendo la noche, mientras el día nos
cuenta las
horas y cuando es el momento, de luna y estrellas, no tengo
forma de
escapar de sus voces oscuras que nada bueno presagia ya que
todos los
recuerdos te nombran en mi fantasía…
Mario Beer-Shava
“La riqueza material es la menor de las riquezas.” José
Narosky.-
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