¿Qué nombre puedo ponerte? ¿Cómo puedo llamarte?
Nos gusta la noche, oscuros zaguanes, viejos portones,
veredas
de sombra y silencio, amamos la soledad, desconfiamos de la
gente. Preferimos hoteles pequeños, playas lejanas que nadie
conoce.
¿Somos amantes? ¡Somos amantes!
Amantes: que palabra más dulce, que hermoso nombre y es tan
lamentable que se trata de una palabra prohibida, que sólo
en la
intimidad podemos nombrarla, y ella se una a nuestro destino
de
disfrazar las horas con excusas y montón de mentiras.
¿Qué nombre puedo ponerte? ¡Amante no puedo!
Conoces tu alguna que pueda suplantar y a la ves que exprese
la
dulce melodía de la palabra prohibida, que llegue al corazón
donde
reina el amor, con careta escondida, sólo por haberse
enamorado de
quien no debía.
A algunos de ustedes conocen un sinónimo que suplante esta
palabra
que nace en el corazón y vive junto a su amada: amoroso,
galante,
apasionado, afectuoso, tierno.
¡Nada de eso! ¡nada de eso!
Palabra dulce y prohibida. ¿ Quizás es tan dulce porque es
prohibida.?
Mario Beer-Sheva
“La muerte de un ser querido no mata. Pero marca.” José
Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario