Me faltan palabras, me sobran razones, pero tu no me
escuchas
tu mente navega en otros mares, le sobra distancia y no oyen
mis súplicas.
Te llamo y te llamo, una y mil veces, pero tu no contestas
vives
en una nube de fantasía y niegas la tierra y niegas la
realidad.
Mi alma que protestaba hoy grita pidiendo auxilio pero nadie
contesta y tu no la oyes o no lo quieres oír.
Me faltan palabras; no sé como hablarte, rezo esperando un
milagro
que no se produce. Mis intenciones son buenas mi corazón
llora
y tu no lo escuchas tus oídos están pendientes de falsas
promesas,
de admiradores que sólo esperan tus favores de mujer
deseada.
Tu belleza exterior se irá perdiendo con los años y sólo
entonces
te quedarás con la belleza de tu interior. Y cuando eso
ocurra no
harán falta palabras tu serás la primera en darte cuenta que
los amantes
se han alejado y sólo queda aquellos que te hemos querido de
verdad.
Para muchos tu piel arrugada será rechazada por que indica
la edad; para
mi, en cambio, será el tesoro del viejo roble que guarda la
bebida en su
calidad.
Me faltan palabras, sólo espero que en el correr de los años
vuelvas a mis
brazos trayendo contigo el fino vino añejado hecho licor.
Mario Beer-Sheva
“La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.”
Gabriel García Marquez.-
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