Aquí junto al mar, mucho antes del amanecer, veo las olas
correr
y espero hoy volverla a ver. La playa fue el marco de
nuestro
antiguo amor y en el mismo marco, donde nos encontró los
rayos
de un nuevo día, de un nuevo amanecer, nació nuestro amor y
eso
nos sorprendió a los dos.
Aquí junto al mar, la espero hoy como si fuera ayer, las
olas fueron
testigos de nuestros asustados besos y hoy después de tantos
años
vuelvo a tener la ilusión de verte en la arena, como te
recuerdo en
el primer día en que te conocí.
¡Vana ilusión, que crea el recuerdo de un viejo como yo!
Junto al mar, lejos de la gente donde puedo dar libremente
en voz alta
mis recuerdos encerrados y pensar, sólo pensar que de alguna
manera
me escuches y regreses a mis brazos sedientos de un viejo
amor.
¡Vana ilusión, que mantiene a mi vieja memoria despierta por
los años que
he vivido!
Aquí junto al mar, atento al murmullo de las olas que vienen
y van y ellas
me traen la presencia de tu voz y tu figura, a la que tanto
amé, y hoy en el
final de mi vida quiero gritarlo para que el mundo sepa que
fue de los dos.
¡Vana ilusión, acaso la vida no lo es!
¿Será que la vida es un sueño y despertamos al morir?
Mario Beer-Sheva
“Aceptemos ceder, no cedernos” José Narosky.-
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