Por medio de estas líneas quiero hacerte conocer la angustia
y
el sinsabor que esconde mi pecho, que a pesar del tiempo no
he podido olvidarte, que recuerdo cada momento de nuestro
idilio y continuo encadenado a tu imagen, que me persigue
que
vive conmigo que me consuela en mis fracasos y comparte mis
triunfos.
Ya he perdido la cuenta de los años transcurridos pero
recuerdo
día a día nuestros sueños, mis palabras y las tuyas, como
así el
perfume que adornaba tu cuerpo. Aún está fresco en mi
memoria
el día de nuestro último encuentro, que no pudimos evitar.
Nuestro abrazo fue más prolongado, nuestros besos más
profundos,
nuestro silencio ensordecía, nuestros ojos brillosos
escondiendo la
mirado que reflejaban nuestra angustia producida por la
separación.
Esta es mi verdad y muy conforme de habértela confesado para
que
sea un bálsamo que alivie mi corazón herido.
Quiero escuchar tu verdad; tu tienes la palabra.
¡Utilízala!
Mario Beer-Sheva.-
“El hombre tendrá que ver a Di-s a través del hombre” José
Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario