Es muy poco lo que pido y por lo que pido pagaré; quiero
sentirme
rodeado por tus brazos y el calor de tu cuerpo caliente mi
piel. Sentir
en mis labios tus labios y en ellos saciar mi sed, hundirme
en tus ojos
hasta llegar a tu misma alma y que ella me reciba porque soy
tu dueño
y señor de tu querer.
Comprendo que estaré cometiendo pecado pero mi amor por ti
es más
fuerte que el temor a Dí-s y sólo con saberte mía vendo mi
alma al mejor
postor. No he nacido pecador, pero tu me has enseñado que el
pecado,
junto a ti, trae alegría y emociones que mi vida tanto
necesitaba, hasta que
te conocí.
No quiero renunciar a mis costumbres que es pecar y pecar;
aunque me
cueste perder el cielo y en el infierno, amándote te
esperaré, ya que estoy
convencido que a nosotros, en el cielo, no nos querrán.
Hermosa pecadora, como un felino en celo, aguardo tu cuerpo
para ofrecerte
mis pecados, que junto con los tuyos hacen nuestra vida
ideal.
Soy pecado, tu también lo eres y eso hace más sublime
nuestro amor.
¡ No pidamos nada más !
Mario Beer-Sheva
“El amor no necesita virtud. Necesita
amor…” José Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario