Antes del almuerzo cierro mis ojos buscando un pequeño sueño hasta que me llaman a comer...
El aguacero golpea las chapas del techo, de mi pieza, como si fuera balas de metralla y me hacen retroceder a otras lluvias que son recuerdos...
El aguacero golpea las chapas del discreto hotel mientras nosotros, estamos abrazados, escuchando la lluvia como si fuera un lamento...
Tu dijiste: " El cielo está llorando por nosotros, por nuestro amor herido que pronto dejará de existir "
Te abrasé con fuerzas y te prometí esperanzas, que juntos podríamos pasar la vida al reparo de nuestro amor; que la lluvia no eran lágrimas, era la lluvia que la tierra recibía regando sus riquezas y matando sus sequías...
Tu insistías; que eran lágrimas del cielo, que caían, como tristeza de nuestro amor moribundo...
Sólo atiné con abrazarte con más fuerza, como protegiéndote de tus tristes ojos que me miraban con dolor y compasión...
No lloré contigo, lloré cuando te alejaste, ya que yo sabía que la lluvia, que
caía del cielo, presagiaba el dolor de nuestra separación...
Abro mis ojos; escucho y veo la lluvia caer y con el aguacero, como siempre, las lágrimas por mis mejillas me recuerda tu lamento de amor...
¡ La vida continua; hoy no comeré !
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
" Toda mi vida es una bendición; cuando toco la vida de alguien es un honor; pero cuando logro que otros toquen sus propias vidas entonces es un placer indiscriptible " Anónimo.-
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