Quiero creerte y no lo consigo, temo escuchar tus dulces palabras que llenan mis oídos y temo hacerlo, desconfío de tus besos, que saben a miel y prefiero rechazarlos por que ya los he tenido, huyo de tus caricias que en su momento me atraparon y después fueron pesadillas...
En el andar de la vida muchas cosas no he aprendido; pero nunca podré olvidar sentirme por ti perseguido o quizás en cada rostro de mujer ver tu rostro, en cada beso creer que era tu boca y en cada cuerpo dejé la locura, de mi ser, soñando con tu piel...
Y al volver, buscando el cobijo al fin del camino, me encuentro contigo y mi corazón se despierta del olvido. Hemos cambiado, ya lo sé, los años se notan en nosotros, para que negar, nos falta la fuerza, el apetito al amor, los besos ardientes, las manos inquietas. Ya nada es igual...
Tengo miedo, mucho miedo, que al verte mi sangre hierva con la pasión que ya no tiene; que los recuerdos confundan mi vieja alma y crea que aún puedo revivir lo que muerto está y sea ese esfuerzo quien me arrastre a una muerte anticipada y fatal...
¡ Es mejor dar la vuelta la espalda y volver al andar !
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
" Una mujer puede darlo todo con una sonrisa y recuperarlo después con una lágrima " Coco Chanel.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario