**Confesión De Amor**
He pecad, Señor, y aquí me presento ante vos con mis rodillas
en el suelo
clamando por un perdón que alivie mi conciencia y me deje
seguir viviendo
con este amor prohibido que obnubiló mi razón.
Mi corazón enamorado se ha perdido en el bosque que la vida nos
pone adelante .
Como una trampa furtiva que busca desesperada la salida que me
lleve de vuelta
a la libertad, al raso ciño, al pensamiento correcto, al motivo
aceptado al visto
bueno de la sociedad.
¿Quién está libre de pecar? ¿Hay acaso alguna cura que alegre el corazón?
¡Tú lo conoces, Señor; pues entonces divúlgalo hazlo conocer y así evitarás la
alegría de soñar en falsedad y la tristeza del despertar!
Esta, ante ti, es mi confesión; desnudo mi alma descubro sus
secretos y me rindo
ante tus ojos que todo lo sabe que todo lo ve pero nadie podrá
decir que todo lo
cura.
El amor es una herida profunda que nunca muere que al separarse
deja su firma
en una cicatriz imborrable que nos acompaña toda la vida con algunos
recuerdos
alegres y otros muchos con lágrimas en nuestros ojos y en los
ojos de la mujer
que amamos.
En mi confesión, quiero que sepas, que me enamoro con facilidad
y después, no
mucho después, me vuelvo pecador.
He amado he pecado he confesado me has perdonado y vuelvo a
estar listo para
enamorarme nuevamente como alimento a mi conciencia.
¿Es un defecto Señor o acaso vuestro designo de amar no lo pudimos
entender.
¡Sea lo que sea Vos estás presente en mis actos y tienes el
poder de matar un amor prohibido de
acabar con esa vergüenza!
¡Señor si tú no lo haces quien podrá hacerlo!
¡¡Ho acaso tú que ha nada temes; temes matar un amor!!
Mario Beer-Sheva
“Para evitar críticas, no digas nada, no hagas nada y no seas
nadie” Aristóteles.-