**Volver**
Desde lo alto de la loma y
mirando hacia el valle mis ojos alcanzan a ver
el pueblo que un día abandoné
con el sueño de algo mejor.
Con una vieja mochila,
desteñida por el sol y el tiempo del camino de un aventurero, tomé el regreso
del sueño que me perseguía noche a noche y olvidando la fama y la gloria, junto
al dinero que nada de eso existía, mi
rumbo tomó el Norte de volver
a mis orígenes.
Me alejé del pueblo que me
vio nacer; mis sueños era el motor que movía
mis piernas y mi mente encandilada
por voces de fama y poder tomé el
camino que no debía, que como
sirenas me llamaban a la perdición.
Después vino el silencio, la
soledad, la angustia, y arrepentido pegué la vuelta viendo el espejismo de una
fama que nunca tendría. Y hoy a la puerta de mi pueblo la emoción del regreso
hizo estallar mis lágrimas que
como cortando cadenas de la
loma veía la libertad.
Apresurado llegué al valle,
como el naufrago a tierra firma, tomé la calle
Mayor que recorrí del
principio al fin. Y al terminar la calle tu casa y el
jardín marcaron mi destino
Apoyé mi frente en las rejas e inclinando mi
cabeza lloré como un niño
que busca la sombra del árbol que murió. Ni
jardín, ni sombra, ni tu, solo
volver y como el viejo árbol
morir sobre sus raíces secas.
Mario Beer-Sheva.-
“Los dueños de la verdad la
siguen buscando” José Narosky.-
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