**La Lluvia Lo Sabe**
Como con baldes o un diluvio
la lluvia caía y todo mojaba. La gente
corría buscando refugio; yo
sin paraguas me cobijé en el portal de un
hotel cuyo techo de chapa la lluvia golpeaba y
golpeaba.
Mientras la lluvia mojaba y
mojaba sin mirar a quien; ella se refugio
a mi lado, en sus manos un
paraguas roto de nada servía. Mojada y
afligida noté en sus ojos
algunas lágrimas quizás por llegar tarde a
una cita de amor o trabajo o
algún horario que debe cumplir.
Le hice lugar a mi lado. Le
presté un pañuelo, secó su pelo arregló su
rostro me dio las gracias
junto a una pequeña sonrisa que aún la
recuerdo digna de ver.
Mientras la lluvia
repiqueteaba sobre la chapa desnuda nosotros en voz
alta comenzamos a conversar.
Temas dispares, sin importancia, mientras
entre nosotros nacía algo con
el fondo estridente de las chapas sonar.
Y así sin más ni menos
comenzó a germinar una simpatía que apuró nuestro pulso, nuestras manos se
buscaron y sin pensarlo nuestros labios
se abrieron pidiendo besar.
Fue ella la que dijo:
busquemos refugio en el hotel hasta que el mal tiempo pase; tomamos una
habitación nuestras bocas se buscaron nuestras
manos intimaron y en un
momento me sentí arrastrado al deseo urgente
de ser su amante, de ser
feliz, de agradecer a la lluvia haberla encontrado.
De pronto la lluvia cesó ella
arreglo su pelo maquilló su rostro me saludó
con un simple adiós y marchó.
¡Eso es todo lo que pasó!
Hace mucho que no llueve
espero intrigado y esperanzado la lluvia otra vez y quizás, sólo quizás, la
vuelva a encontrar.
¡La lluvia lo sabe, tú lo
sabes, para que más!
Mario Beer-Sheva.-
“Espera a que el más sabio te
juzgue…el tiempo” Pericles.-
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