Llegando al fin del camino y como pegando la vuelta sin ver
mis muchos años he vuelto a enamorarme. Con su flecha de
mucho filo hirió mi carne y recibí el amor. El amor entró en
mi jardín pisoteando el otoño y sin contemplación en sus
brazos
me rendí.
¿Hasta cuando es permitido que el hombre o la mujer puedan
enamorarse entre sí? ¿Hay una fecha, tu la conoces?
Mis años son los años del regreso, del olvido, de amigos o
talvez
de conocidos, de matar el ocio en un parque rodeado de
árboles, de
plantas de flores, pero nunca de manos tibias calentando mi
corazón.
De regreso; como si fuera un viejo soldado que regresa a sus
armas
buscando la luna que nunca dejó y pensando, tontamente
pensando,
que los años pasaron y a el no lo afectó.
Del regreso quiero contar que es entretenido vivir lo vivido
pero es
triste saber que lo vivido no se puede mejorar.
Me he vuelto a enamorar y ya estoy arrepentido, porque la
mujer que
amé no es la misma de hoy y yo no soy el joven que fui, ni
creo en las
maravillas que creía.
Prefiero recordar el pasado antes de enamorarme hoy.
¡El pasado será ficción, la realidad es hoy!
Mario Beer-Sheva
“Quien la claridad busca alguna luz encontrará” José
Narosky.-
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