En lo alto, en lo más alto del risco, las noches de luna
llena
suele verse a un lobo lanzando fuertes aullidos con la vista
puesta en la luna. Su pelo erizado, que brilla por la luz
lunar,
da un aire fantasmal al grito del animal llamando a su
pareja.
Triste vida del lobo, su hembra nunca podrá regresar...
………………………………………………………………..
También yo lloro tu ausencia, mirando la luna, mientras
brilla
en la noche oscura. Me siento como el lobo llamando a su
pareja
y también, como el lobo, se que no regresaras. Luna que me
llama
al recuerdo, que es dulce y se vuelve agrio, cuando la luna
huye y
en mi queda la realidad
………………………………………………………………….
“Triste destino del lobo y el hombre, que lloran a la luna
sabiendo
que la luna escucha pero nada puede hacer para mitigar un
dolor
de amor ido”
……………………………………………………………………
¡Dos corazones, distintos, pero un solo dolor!
Mario Beer-Sheva
“Nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás” Quino.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario