Lo suficiente lejos que tus brazos no puedan abrazar mis
hombros,
que tus ojos no tengan la fuerza del hechizo, como lo han
tenido,
que tus labios no tienten a mi boca besarlos sin control,
que tu voz
no apaguen mis sentidos y ellos dejen de funcionar, que tu
aroma
obnubile mi razón…
¡Déjame, déjame perderme en la niebla del laberinto como si
huiría
de un ave rapaz!
Tomemos distancia; intentemos vivir separados por un breve
tiempo
y después reunámonos y siendo sinceros nos contaremos nuestras
vivencias y puede ser, que de esa forma, pasemos a ser una
pareja de
enamorados en lugar de amantes sin control…
¡Tomaré distancia!
Dejaré de verte, mi corazón lejos del tuyo podrá escuchar
su propio
latido sin que nada interfiera en sus sentimientos y
decisiones. Será una
prueba que quitará las dudas de nuestro amor y sentarán una
base sobre
la cual podremos edificar nuestra confianza de nuestro
futuro amor.
¡Tomar distancia!
Es sabido que al perder un bien querido el amor es más puro
y sincero que
cuando se encontraba presente.
¡Veamos si es verdad! Tomemos distancia por un tiempo, o
quizás para siempre,
y así sabremos lo que nos dicta nuestros corazones.
¿Será mejor? Seguramente será mejor que seguir con nuestros
rencores.
Mario Beer-Sheva.
“La dignidad es tan noble que compensa las pérdidas que
causa”
José Narosky.-
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