Si olvidar es morir en vida, la escritura nos hará recordar
lo que
la mente olvida de
los amores que hieren. Si escribir es dejar
un mojón de nuestro paso, entonces seremos inmortales para
aquellos curiosos, que siempre los hay, y podrán conocernos
sin
haber vivido nuestra vida.
Y así podrán saber de nuestro paso, de nuestra existencia,
de los
momentos gratos y aquellos que no lo fueron. Conocerán
nuestros
sueños y nuestras pesadillas, nuestras alegrías y nuestros
rencores,
nuestros amores y nuestros odios.
Escribir es para sea leído y de esa forma habremos pasado
por el
mundo dejando huella de nuestra presencia, como si fuera el
aroma
de nuestra piel, como las huellas imborrables de nuestra
existencia.
¡No habremos vivido en vano! ¡No habremos sido cautivo del
anónimo,
que hiere y olvida! ¡No nos lastimará la agonía de la
soledad! ¡Nadie
podrá afirmar que hemos vivido en vano y nos hemos ido
cabalgando
en el olvido¡
¡Entonces sí; habremos sabido de la riqueza de la escritura!
Mario Beer-Sheva
“La dignidad cobra un precio. Pero hay hombres dispuestos a
pagarlo.”
José Narosky.-
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