Es todo lo que recuerdo o lo que más recuerdo: tu perfume,
el que
guardabas en el baño, su frasco rojo y brillante su nombre
en francés,
que no sé pronunciar. Tu solías ponértelo en tu escote, tras
las orejas
y en las muñecas; después frotabas tus manos te abrazabas a
mi cuello
y me besabas muy leve, tan leve que a veces parecía que tus
labios no
habían tocados los míos. Pero el perfume impregnaba mi
olfato y me
transportaba a mundos de sueños y de amores profundos…
Y aquí me tienes; con un montón de años a cuesta con algunos
recuerdos
y muchos olvidos. Hoy quise recordar tu nombre y no he
podido, hace
mucho que olvidé tu rostro además he olvidado el calor de tu
cuerpo y tu
voz, como un eco dormido, se han extraviados en mis viejos
oídos…
¡Sólo el perfume!
Que acompaña mis recuerdos del aroma de tu piel; y cuando
una mujer pasa
a mi lado inspiro profundo con la esperanza de oler tu
perfume de mujer, que
abre las puertas de
mis recuerdos y me lleva al tiempo en que tanto te amé…
¡Amada mía! Una duda carcome mi alma y como una espina en mi
sangre
recorre mi cuerpo que lastima y produce dolor:
¿Acaso estoy enamorado de tu perfume? ¡Porque a ti ya te
olvidé!
Mario Beer-Sheva
“ Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece “
Franz Kafka.-
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