Promesas que nunca cumplirás; pero en su momento calmará mi pena de saber que otro hombre adora el armiño de tu piel, que vive en tu cuerpo con el calor del deseo, mientras mientes y no dejas de mentir...
Mentiras que son el pan de tu vida, el sostén de tus vicios, los cimientos de tus engaños, la corona de tus glorias. Ignoras el remanso que viene con la ausencia de la juventud y la inevitable llegada de la vejez...
Vejez que no te preocupa porque nunca en ella pensaste; y cuando los años se crucen en tu vida, ya será tarde para que tu, arrepentida, busques cobijo al castigo por haber vivido...
Vivir de la belleza, que es efímera, de tu cuerpo, que envejece con facilidad, de tu propia moral, que la desconoces, de tu conducta, que la desobedeces...
Desobedeses las reglas de la vida y será la propia vida que te castigará con la soledad, como única compañera y la indiferencia cuando tu belleza falte a tu presencia y sólo las lágrimas hablarán por lo que fuiste y hoy eres...
¡Eres un cuerpo vacío de amor y lleno de dolor!
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
"Hay dolores que para los que las lágrimas no alcanzan"
José Narosky.-
es muy triste, pero me ha gustado mucho-
ResponderEliminarrs.
Son momentos de la vida;momentos para reir, momentos para llorar.Son sólo momentos que viví mientras escribía.
EliminarRosa:Gracias por leerme.Mario.-