**No Me Hablen De
Ella**
Nada de ella quiero saber.
En estos meses he podido olvidar su voz que tanto
Adoré, sus besos sus
caricias que me trasladaban a paraísos que solo estaban
en mi imaginación, el
calor de su cuerpo que acortaba nuestras noches con
promesas y juramentos que
nunca cumplías.
En una noche de luna
rodeada por estrellas que alumbraban te conocí en un
momento que necesitabas
cobijo y fue en una noche de lluvia con truenos y
relámpagos que te
enamoraste de alguien más joven y me dejaste solo con
un adiós.
No quiero que la nombren;
tu nombre me hace daño mis lágrimas queman mis
mejillas y tengo miedo,
mucho miedo de cometer la locura volviendo al pasado
y buscando cobrar con tu
vida el dolor tremendo cuando rompiste mi corazón.
Pero no temas no tienes
para mi valor no pondré en juego mi libertad mi hombría mi honor por alguien
que es mujer si ser mujer.
No me hablen de ella lo
nuestro fue un sueño o quizás una pesadilla y hoy al despertarme recobré la
razón, recobré la cordura.
Estoy en recuperación;
algunas veces sonrío otras en compañía de mis amigos, que me ayudan a olvidar
los sin sabores, comparto con ellos conversaciones
como matando al tiempo y
queriendo volver a mi vida antes de saber de ti.
No me hablen de ella dejen
que la cicatriz se haga coraza en mi piel y salga del conjuro que sus ojos
obnubilaron mi razón llevándome al infierno de un mal amor.
No me hablen de ella
¡Me harán un gran favor!
Mario Beer-Sheva
“El dolor infantil tiene
todos los ingredientes del dolor adulto” José Narosky.-
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